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martes, 31 de enero de 2017

La piragua feliz

Hay veces que entro en el agua y parece que mi piragua está feliz. Desliza sola, sale de cada remonte con energía y coge inercia en cada rulo que salto. Me canso porque ella me lo pide y al hacerlo, parece que está aun más feliz. Como me dejo llevar por ella no me juzgo en los errores y los aciertos, por lo que todo en la bajada me hace sentir bien, en armonía.



lunes, 12 de diciembre de 2016

Porque lo llaman resistencia cuando quieren decir...

Muchas veces se relaciona fallar en la segunda mitad del circuito con la falta de resistencia física, ya sea por haber elegido un ritmo demasiado alto o por tener carencias en ese aspecto. Ergo, vamos a hacer entrenos de tolerancia al láctico a tope para aguantar la próxima vez.

Pensemos en cuando se conduce un coche. Si va a 100km/h por la autopista, todo parece fácil. Pero, ¿que pasaría si se pusiese a 150 por una carretera con curvas? Todo parecería que es más pequeño, que pasa más rápido, que los carriles son más estrechos. Intenta entonces poner los intermitentes para adelantar a ver si puedes pensar en ello.



Volviendo al tema, la mayoría de veces no se falla por falta de resistencia física, sino por no resistir el riesgo. Si en todas las maniobras se va a buscar el límite, todo parece demasiado rápido, todo parece demasiado difícil, es sólo una cuestión de tiempo acabar estrellándose. Igual que se intenta no equivocarse con el ritmo de palada para no acabar la energía antes de la llegada, hay que saber dónde está el riesgo asumible.

Por supuesto, es una cuestión de ponderarlo, saber dónde el riesgo me va a traer más beneficio y se puede afrontar con garantías. Hay partes del circuito donde lo que hace falta es un margen de seguridad para poder remar bien, hacer correr la piragua y aportar confianza a la navegación para cuando llegue la maniobra difícil. Lo seguro es que asumir que se necesita suerte en toda la bajada solo puede acabar de una manera. Estrellado.




viernes, 18 de noviembre de 2016

No esperar al futuro llegar

Las competiciones siempre llegan, ellas solas. Van a llegar porque es solo una cuestión de tiempo, de que el tiempo pase, sin tener que ir a buscarlas. El deportista puede sentarse a esperar y verlas venir, y todo lo que no haya hecho hasta ese momento ya no podrá hacerlo, tendrá que conformarse con lo puesto.

Por una vez, me gustaría que el tiempo que falta para la prueba solo pasase si está haciendo algo que ayude para el resultado final. No solo lo que sería en argot estudiantil, ‘calentar el asiento de la piragua’, sino algo con significado. Entonces, y solo entonces, se reducirían los días que faltan para que llegue. Si no hago nada para mejorar, la competición no llega nunca.

Y es que esto, que parece tan estúpido, es lo que se hace muchas veces. Entrenar (o no entrenar) sabiendo que se haga lo que se haga, la competición esperada va a llegar igual. Y entonces vienen los arrepentimientos del tipo ‘si hubiera hecho’. Estos si hubiera hecho no siguen la reglas de intercambio comercial habituales. Al llegar la línea de meta y ver que me ha faltado un segundo para la medalla olímpica, lo daría todo por ese simple segundo. Pero es que ese segundo tenía otro precio anteriormente: simplemente hacer lo que estaba en mi mano, por mínimo que fuera, para acercarme un poco más al objetivo. Algo que en aquel momento, pareciera que carecía de valor, ahora, con el resultado en la mano pagaría un precio muy alto por haberlo hecho. 


Si el tiempo no pasara para quién no hace algo significativo para su mejora, por lo menos todo el mundo llegaría a la prueba con la sensación de que más no podría haber hecho por el camino. Y este, debería ser no el más importante, si no el único objetivo de cada atleta. Porque es lo único que puede controlar, hacer que cada momento cuente, y llegar a la salida con la tranquilidad de que acabe como acabe, no hay arrepentimientos de lo que podía haber dado. 

Foto: Fábio Canhete


sábado, 5 de noviembre de 2016

Allegro ma non troppo: las paladas clave

En una canción, pongamos como instrumento ejemplo el piano, se deben tocar una serie de teclas, en el orden exacto y con el tempo justo. Si no, no es que no suene bien, si no que duele al oído. 
Pues bien, una bajada de slalom tiene esa necesidad de pulsar las notas precisas, digámosles paladas clave, para que la manga sea melódica, para que el movimiento sea fluido. La diferencia con la música de verdad es que se puede improvisar entre esas teclas. En la música son las que son, y punto. Por ello, en el análisis previo debemos marcar muy bien esas notas en nuestro pentagrama, porque son las que no se pueden perder. Las que dadas en el momento justo producen sensación de sintonía, de que todo fluye por sí sólo. Las anteriores, son para preparar esa palada. Partituras que unen precisión con improvisación. ¿Cuantas veces ‘desafinamos’ en una palada?

Allegro, ma non troppo
En cuanto al tempo de esa canción que es la bajada, se parece al ritmo. Variable y adaptado a la melodía. Estamos compitiendo, por lo que queremos ir rápido pero sin embargo hay ciertos pasajes que deben ser interpretados a una velocidad menor para respetar la fluidez y el movimiento. Las paladas no pueden ser todas negras, muchas veces necesitamos redondas para aprovechar mejor la ayuda del agua.

Entender cada instrumento

¡Hablando del agua! Cada canal puede ser interpretado diferente, no en vano a los palistas les cuesta más ‘tocar’ unos canales que otros. Parece como si entendieran el ritmo del agua de una manera diferente. Al final un circuito es una canción que intenta tocarse sobre un canal. Por ello, los palistas que interiorizan mejor el timing de cada pista, después son los que más fácil interpretan la canción de la competición, porque se dejan llevar por la música. Inspiración para crear. 


Ejemplo de maestro interpretando:

Allegro ma non troppo: Rápido, pero no demasiado
Tempo: Velocidad de la música
Negra:  figura musical que equivale a ¼ del valor de la figura redonda
Redonda:  figura musical que posee una duración de cuatro pulsos de negra

viernes, 21 de octubre de 2016

Esclavos de nuestras sensaciones

En el slalom, y no creo que sea el único deporte, dependemos mucho de las sensaciones. Incluso llega a influir en nuestro estado anímico. 

Surf en piragua de slalom: puras sensaciones (Artistas: Pedro da Silva y Adriano Bragança)


Ahora bien, ¿Es real esa correspondencia entre sensaciones y rendimiento? Ya hemos visto con tiempos que una manga con malas sensaciones no es necesariamente una mala manga y sin embargo, los palistas lo usan muchas veces como parámetro. No quiero decir que no sea un indicador de rendimiento real, pero no puede ser el único. 

jueves, 2 de junio de 2016

El plan de competición: la disciplina nos da la libertad

Hace unos años que leí el libro de Xesco Espar, 'Jugar con el corazón' (1), donde entre muchas otras cosas que me hicieron pensar, voy a destacar lo que me pareció durante un momento un oxímoron.

La disciplina nos da la libertad

En seguida entendi el significado y su coherencia, pero además su total aplicación a aspectos del entrenamiento deportivo. Siempre he pensado que el alto rendimiento en slalom es una mezcla perfecta entre arte y ciencia, donde tienes que buscar el equilibrio para poder controlar el mayor número de variables aún permitiendo espacio a la creatividad. Esta cita del libro de Xesco es clave. En una aplicación aún mayor, me acordé del Plan de Competición, asunto de la psicología deportiva con el que me ayudó mucho Joan Vives (2) en mis años como competidor. 

Para él, el "plan de competición es una técnica operativa con la que cada deportista sepa exactamente cuáles son las rutinas que debe hacer antes, durante, incluso después de la competición para que su estado de ánimo sea el más adecuado posible". Viene a decir que para competir debemos marcar cuanto más, mejor, la preparación para la competición. ¿Por que relaciono los dos conceptos? Siempre creí que para competir bien necesitaba estar en un estado de inspiración, de dejar salir las cosas que ya sabía hacer sin pensarlas, en definitiva, en estado de flow. Entonces, intentaba sistematizar la manera de llegar a ese estado. Y aquí venía la contradicción "Quiero fluir, dejar las cosas salir sin pensarlas, pero voy a pensar mucho en como voy a hacer eso. WTF."

Por eso, creo en la frase "la disciplina nos da la libertad". Hay una serie de variables que pueden convertirse en constantes si las pienso bien, como por ejemplo:
  • ¿Cuanto tiempo necesito para calentar?
  • ¿Cuanto tiempo o cuantas veces necesito analizar el circuito?
  • ¿Que partes del canal/río/lago voy a usar para calentar, visualizar?
  • ¿Cuáles son mis técnicas de activación, visualización, etc?
En definitiva hacer una lista de necesidades para llegar óptimo a la salida y intentar anticiparme a como voy a suplirlas. Si respondo esas y otras preguntas y las practico, estoy diseñando mi plan de competición y no necesitaré ir improvisando durante el día D. El día de la competición, cuando debería poder concentrarme en mi rendimiento, en llegar al estado de ánimo que quiero, no en responder esas preguntas que podía haber respondido antes. Si lo he hecho, puedo usar ese tiempo para ser más LIBRE y ir adaptándome a lo que necesito, con el único objetivo de llegar a mi estado de inspiración para competir. Este plan se irá modificando prueba a prueba, en base a como fue mi estado de ánimo en la salida y durante la competición. Por supuesto para cada tipo de competición o lugar este plan deberá modificarse, y dejar un cierto espacio a los imprevistos ya que nuestro deporte es de medio natural. Cuanto más nivel en la competición, más detalle puede tener el plan. Como gran ejemplo, sirva el plan de competición de Tony Estanguet para Londres 2012 (3).





En el próximo post, una propuesta-esqueleto de plan de competición para slalom, para que cada uno la vaya adaptando a sus propias necesidades. 


(1) Xesco Espar: Lo conocí (y me marcó) como profesor de balonmano en el INEFC, además de haber sido entrenador del primer equipo del Barça y escritor del libro Jugar con el corazón
(2) Joan Vives: Psicólogo del deporte y rendimiento, nuestro psicólogo durante los años que competí en slalom. Podéis ver su Blog, o su libro Entrenando al entrenador.
(3) Tony Estanguet: Triple campeón olímpico y un ejemplo a seguir en muchos aspectos. Su vida en el libro Une histoire d'équilibre

lunes, 8 de febrero de 2016

¿Hacia donde voy? Periodización en slalom

"Si no sabes adónde quieres ir, no importa qué caminos sigas."
Gato Cheshire en Alicia en el País de las Maravillas, de Lewis Carroll

La periodización en slalom siempre es pasto de polémica. Principalmente, por las diferencias de enfoque: la preparación de las capacidades físicas condicionales (fuerza, resistencia, velocidad y flexibilidad) y un calendario de competiciones muy repartido durante el año.

lunes, 28 de diciembre de 2015

La coordinación hace la fuerza

Hoy voy a hablar sobre fundamentos de la técnica. Fundamentos físicos y mecánicos, o lo que es la técnica en su estado más puro, la biomecánica.

El principio de coordinación de impulsos parciales. ¿Y todo esa palabrería extraña cabe en la técnica de slalom? En verdad es un concepto robado de la técnica de lanzamientos en atletismo, que yo creo que aplica en la piragua también. En realidad, considero que es la razón mecánica de la fluidez de movimientos.

jueves, 17 de diciembre de 2015

¿Porque remontar siempre?

¿Porque debemos incentivar a remontar a los palistas?

Alguien dirá que porque es lo correcto, y es cierto. Alimentar el hábito de hacer lo correcto en un mundo como el deportivo siempre es acertado. Y en una competición, el esfuerzo de volver y recuperar una puerta, por mucho que cueste, se valora mucho por parte del público, por poner un estímulo externo.
Fábio Dias Rodrigues, que siempre vuelve para hacer una más. (Foto de Ettore Ivaldi)

miércoles, 9 de diciembre de 2015

Salir de las arenas movedizas

El post anterior, donde se planteaba la problemática de caer en una espiral de pensamientos negativos durante el entrenamiento (y la vida diaria), se acabó colgado, sin ofrecer una solución.

En esos momentos necesitamos un botón, parecido al reset de un ordenador cuando se bloquea. Unas técnicas que nos ayuden a devolver la atención a lo que está pasando en el momento presente y que no se quede en lo que ya ha pasado y no puedo solucionar. O que no se quede pensando en lo que puede venir a continuación, que también pasa.

Ana Sátila, una especialista en concentrarse en el ahora

lunes, 16 de noviembre de 2015

Las arenas movedizas

"Estás jugando y piensas que todo va bien. Hasta que algo sale mal. Y entonces otra cosa. Y otra. Y otra. Tratas de luchar contra ello, pero cuanto más luchas, más te hundes. Hasta que no puedes moverte...no puedes respirar...porque estás atrapado. Como las arenas movedizas."


sábado, 7 de noviembre de 2015

En la decisión es donde está el quid de la cuestión

El post anterior, y primero de este blog, creó un poco de polémica. Para aclarar las cosas y ver como tiene su aplicación, viene este segundo. La anterior entrada versaba sobre técnica, táctica y estrategia, o más bien, como dividir lo comúnmente llamado trabajo técnico. Quizás fue un poco teórico, pero sirve para explicar trabajo de objetivos como el de la sesión de hace unos días.

A veces, para poder entrenar la maniobra de marcha atrás, hemos usado la marcha atrás obligatoria. Nos pasa que en ciertos canales es difícil encontrar una marcha atrás evidente, pero he aquí las consecuencias de obligar a esa opción, relacionadas con lo comentado en el post anterior.

domingo, 1 de noviembre de 2015

¿Seguro que el slalom es un deporte muy técnico?

Comienzo con polémica, pero mi intención es la de dar una visión sobre la técnica, táctica y estrategia en nuestro deporte.

Si bien son palabras que típicamente nos suenan a deportes de equipo, tienen su aplicación en el slalom también. Por supuesto es una cuestión arbitraria, ya que depende del significando que se dé a cada una. En cualquier caso, yo lo que quiero es romper lo de 'el slalom es un deporte super técnico'.